La nueva creación

Según el relato del Génesis (Cap. 1),  seis días empleó Dios en la creación del mundo. Creación que tuvo un primer trabajo: poner orden en el Caos, separando luz de tinieblas, aguas de tierra. Y, posteriormente, creando los seres vivos y  colocándolos en su hábitat natural: peces en el mar, plantas en la tierra, y hombre en el Paraíso.

            La «nueva creación» que Pedro y Pablo han llevado a cabo, ha sido un parto más doloroso. Ha necesitado también de seis unidades de tiempo, pero de quince días. Tres meses. Y «sobre estas piedras se edificará la nueva normalidad, la nueva España». Por eso hablan de situación «constituyente», porque el hombre nuevo, la nueva sociedad, la nueva España, se va a modelar, como Adán, «a imagen y semejanza de sus alfareros». Una España plurinacional o federal, que entra en contradicción con medidas centralizadoras de un leninismo superado.

            Los regímenes totalitarios, de todos los signos, se han caracterizado por el control de la información. Control que ha asumido la Moncloa, de modo indecente, sin dar respuesta a cuestiones importantes sobre problemas serios de salud, economía, actuación o política. Pero, unido al control informativo, el gobierno constituyente ha utilizado otra técnica, perfectamente expresada en este texto de Harari: “En el pasado, la censura funcionó al bloquear el flujo de la información. En el siglo XXI, la censura funciona avasallando a la gente con información irrelevante. La gente, simplemente, no sabe a qué prestar atención, y a menudo pasa el tiempo investigando y debatiendo asuntos secundarios. En tiempos antiguos. Tener poder significaba tener acceso a datos. Hoy en día, tener poder significa saber qué obviar». Ahí está el dato. Ríos de información han entrado en nuestros hogares durante estos meses, infantilizando nuestras mentes, y ocultando los grandes temas a los que nos estamos ya enfrentando.

            La «nueva creación» no se puede fundamentar sobre el evangelio que Pedro y Pablo predican y ocultan, sino sobre un equipo de economistas de élite, sociólogos y científicos, como están haciendo Italia y otros países, que nos saquen del caos en el que nos van a meter los miembros y “miembras” de este Gobierno, sobrados de ideología y faltos de experiencia y de gestión en estos tiempos convulsos.

Publicado en IDEAL DE GRANADA el lunes 15 de junio de 2020

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