Formación de los jóvenes

La dialéctica presente/pasado es una constante en la historia de la humanidad. Los mayores pensamos siempre que la juventud está cultural y profesionalmente  peor preparada que nosotros. Esta fue la confesión que Inocencio Arias nos dejó en su conferencia del lunes, nueve, en el Aula de Cultura de IDEAL, a una pregunta de los asistentes: «no leen prensa, ni van a conferencias, ni leen libros. Se nos dirá que van a la Universidad, pero no están mejor preparados».

      Vayamos por partes. La muerte del latín, de la filosofía o el deterioro de la matemática, y el establecimiento de un sinfín de «marías», llamadas «optativas», en el currículo,  ha generado un empobrecimiento en el dominio de la lengua, en la estructuración de la mente y en la visión del mundo, del hombre y de la ética. El latín en la prueba de Acceso a la Universidad quedó reducido al nivel de nuestra  reválida de Cuarto. La filosofía, alternativa a la historia, comprende cuatro filósofos clásicos, reducidos a la mínima expresión.

Los sistemas educativos,  con la supresión de evaluaciones externas, con la insistencia en la inclusión, han llevado a la «igualdad por abajo», donde una mayoría ni trabaja ni se esfuerza, y se le pasa de nivel, porque no se han buscado alternativas serias y prácticas al elevado fracaso escolar. Todo ello unido a una «Formación Profesional» desfasada.

      Pero no podemos negar que, pese al sistema educativo, tenemos jóvenes de un nivel impresionante en ingenierías, en medicina, nuevas tecnologías, investigación, periodismo…., con dominio de idiomas para  moverse por todo el mundo. Quizá  donde más hemos fracasado sea  en la formación de políticos. Cuando uno ve a alumnos suyos como escritores, como jefes de área de un diario, como médicos y abogados de prestigio, como directoras de sucursales bancarias, comienza reconocer que no todo tiempo pasado fue mejor. Si leemos «La España vacía», de Sergio del Molino o «Soros», de Aurora Ferrer. Vemos que nos han superado ampliamente. Que los tiempos  cambian raudos. Que en muchas cosas estamos superados.  Confiemos en ellos, porque disponen de la formación e inteligencia para gestionar nuestro presente, que ya es pasado, en palabras de S. Agustín.

Publicado en IDEAL de Granada, el lunes 23  de marzo de 2020

Comentarios de Facebook:

Deja una respuesta