Rules Existe
JOSÉ CORREA DÍAZ
El debate de investidura y la elección de Presidente del Gobierno de España ha sido un espectáculo sobradamente comentado desde todas las perspectivas e intereses, y el ciudadano más indiferente tiene ya formada una opinión del mismo. No cabe duda de que la polarización que han escenificado en la tribuna y en los escaños va a contribuir a trasladar ese mismo enfrentamiento a la vida cotidiana.
Se ha producido un hecho que, a pesar de haber sido analíticamente exprimido, sigue emitiendo luz para los que sufrimos el abandono y desamparo del Gobierno central: «el valor de un voto para la investidura del candidato a presidir el Gobierno». Que un voto como el de Teruel Existe o el de BNG sirva para negociar y firmar un pacto con el Gobierno, en el que, en el primer caso, se dé marcha atrás al cierre de las oficinas de venta de billetes de tren en toda España, comprometa al Gobierno a acelerar las comunicaciones ferroviarias y por autovía en Teruel y a focalizar las inversiones comunitarias en esta provincia «vaciada», o, en el caso del Bloque Nacionalista Gallego, que se firme todo un compromiso con los instrumentos para potenciar el nacionalismo, a través de la lengua, del reconocimiento de las identidades locales, del aumento de horas de emisión en gallego en las radios y TV estatales; que se firme un acuerdo de mejora de carreteras y comunicaciones por tren; un pacto ecológico que sellaría Greta, o una atención a la dependencia, envidia de los países escandinavos… Que un voto consiga mejores resultados para una provincia o autonomía que el resto de partidos, nos induce a una seria y preocupante reflexión
¿Qué hubiera pasado si nuestra provincia tuviera un partido, «Rules Existe», con dos escaños? La deducción es clara: las infraestructuras pendientes por tierra, mar y aire se llevarían a cabo en esta legislatura. Ya hemos visto a Sebastián Pérez clamar por Rules, como si el PP fuera ajeno al tema. Y el resto de parlamentarios nos ha llenado los oídos con promesas hueras. De la reunión, hace un par de meses, del Presidente, Vicepresidente y técnico de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo, acompañados de los tres diputados socialistas por Granada, con el Secretario de Estado, Hugo Morán, en Madrid, hemos sacado una conclusión: «el proyecto tenía que haberse terminado en octubre, pero se retrasa, por enésima vez, hasta abril. Y de los 11 proyectos constructivos que transportarán el agua a las diferentes tierras sedientas de la comarca, ni idea de cuándo se redactarán.»
Con estas perspectivas la desilusión envuelve el sentimiento de los costeños, y, principalmente, de los almuñequeros, los más necesitados y combativos en esta batalla. Parodiando la metodología kantiana, debemos preguntarnos: ¿Qué cabe esperar? NADA. ¿Qué podemos hacer? Un partido político provincial, «Rules Existe», que aporte dos o tres votos a un nuevo Congreso, que seguirá estando tan dividido como ahora, que sirvan para pactar con el aspirante a inquilino de la Moncloa las canalizaciones de las aguas del pantano, la terminación de la segunda circunvalación, el soterramiento del AVE, la restauración de las comunicaciones ferroviarias del norte de la provincia, y toda esa lista de carencias que nos impiden avanzar. Si Tomás Guitarte y Ana Pontón han conseguido, como héroes de la vieja mitología, torcer el brazo del invencible Sánchez, ¿por qué no seguimos la fórmula de estos adalides de la política local? Podríamos alcanzar nuestros objetivos antes que confiando en los representantes actuales, agradecidos y sumisos al Partido. Siempre, claro, que el hombre de las mil caras y de los principios infinitos no «lastre» los pactos firmados por Lastra y los sumerja en la sima profunda y oscura del olvido.
Publicado en IDEAL de Granada el domingo 12 de Enero de 2020