A MANUEL DEL REY BUENO
Querido Manolo, aquí estamos para participar de tu júbilo, de la alegría de tu jubilación. Gracias por habernos elegido personalmente para estar contigo en estos momentos. Sabemos que no te vas. Te quedas. Te has ido quedando en la multitud de jóvenes a los que con una exquisita formación en la Cultura Clásicamlos has marcado con tu ejemplo y con tu afecto. Te quedas en el progreso, en la democratización, en la modernización de los Centros por los que has pasado: Consejos Escolares, Cargos Directivos, Actividades, Viajes culturales por Italia, Grecia, España… conservan tu impronta. Modelo en colaboración, rigor, orden, perfeccionamiento… Ejemplo en todo.
Por lo que puedes decir con Horacio: exegi monumentum aere perennium (He concluido un monumento más duradero que el bronce). Y te quedas (o nos llevas contigo) en ese gran número de amigos que, a lo largo de estos dilatados años, has conquistado y mantenido, y de los que nosotros somos una pequeña muestra.
Recojo un aforismo griego: Légei òti eúdaimonestátós ésti ós toús soofronestátous fílous éjei (dicen que es muy feliz el que tiene amigos muy sensatos. Luego, tú lo eres. Y lo seguirás siendo.
Gracias, de forma muy especial, porque me cabe el honor de haber sido alumno tuyo Gracias, porque has sido mi colaborador incansable y consejero extraordinario en las tareas directivas del Instituto Fray Luis de Granada. Gracias, porque en los momentos de tempestad no abandonaste el barco. Gracias, porque siempre supiste deslindar lo familiar, lo personal, de lo laboral y profesional. Gracias, porque eres el “héroe corriente” que se levanta cada mañana (y temprano) y “vive y trabaja con dignidad”. Gracias, porque, fiel a tus apellidos, has sido y sigues siendo “Bueno” y tu amistad seguirá “Rey-nando” como Dios entre nosotros: “Emmanuel” . Gracias por todo, que no es poco.
GRACIAS
Granada, 5 de Junio de 2007.
Pepe Correa