El pasado día veintidós, mientras los cañones lanzaban al aire oleadas de nieve en la Sierra, ahuyentando la oscuridad de la noche y colaborando con la meteorología, el Centro Comercial Nevada reunía una amplísima representación de lo divino y de lo humano, para inaugurar con faustos inolvidables la actividad general. Un larguísimo viacrucis de licencias, paralizaciones, sentencias, condenas… vio la gloria de la resurrección con la bendición de Monseñor Martínez, esta vez sin contestación de los movimientos laicos. Cinco mil personas disfrutaron del ágape espléndido, mientras otros muchos sólo pudieron recrear la vista, al otro lado de la autovía, con la luminosidad de los fuegos artificiales, en una noche de cielo encapotado.
El Sr. Olivo ofrecía a los invitados las primeras muestras del “aceite virgen extra” que recogía en su olivar. Y todos lo degustaban con sorpresa y admiración: gente de izquierdas y de derechas; creyentes, agnósticos y ateos… Olivar que vamos a pagar todos los andaluces con 20 euros per cápita: 157 millones que la Junta de Andalucía debe pagar a “General de Galerías Comerciales, S.A.” ¡Gaudeamus, igitur, por el extraordinario bufete de abogados que asesora a nuestro Gobierno andaluz! Porque D. Tomás Olivo ya lo celebra.
Según el alcalde, D. Gerardo Sánchez, “la Armilla de ayer no va a ser igual que la de mañana”. Los nuevos impuestos endulzarán la economía del consistorio. En esta área comercial van a crearse seis mil puestos de trabajo. Pero, según la Federación Provincial de Comercio de Granada, en la capital se perderán diecisiete mil. Lo que infunde júbilo al sur de la circunvalación, y tristeza, al norte. Este “espacio humano”, como llamó Monseñor, asolará buena parte del comercio de la ciudad.
Bajo esta óptica negativa lo veía la propietaria de la papelería-librería donde compro el periódico cada mañana. Una chica emprendedora, a la cabeza de los movimientos sociales de la ciudad, con gran visión de futuro, que ha sabido cambiar de ubicación su comercio y dotarlo de la presentación, la calidad, el trato y la tecnología necesarias para servir satisfactoriamente al alumnado y padres de uno de los colegios más importantes de Granada. Pero era pesimista.
Es cierto que las Grandes Superficies están afectando al pequeño y mediano comercio. Pero hay muchos otros motivos: el tsunami del metro en Camino del Ronda; el traslado hospitalario en Doctores y Pajaritos; el avance tecnológico; cambio de gustos… Todos hemos visto en Granada cerrar librerías, ferreterías, bares, tiendas de tejidos, academias, imprentas, que eran referentes. Cuando desaparecen las matanzas, sobran las tiendas de especias. Si las nuevas generaciones no hacen labores, se reduce el número de mercerías. Cuando muere un Cándido en Segovia o se jubila un Lucio en Madrid, no siempre se encuentra el heredero que sepa gestionar los fogones y pasar por las mesas para descuartizar el cochinillo con el plato o presentar los huevos rotos, con el arte y el afecto que estos genios de la restauración exhibieron siempre.
Los nuevos tiempos requieren cambios inteligentes: buena ubicación y acondicionamiento de los establecimientos, calidad en los productos, presentación de diseño, trato exquisito al público y uso de las nuevas tecnologías. ¿Por qué un pequeño comercio no puede vender “online”? ¿Acaso no vemos en Granada pescaderías, panaderías, bares, carnicerías, pastelerías… que conservan o incrementan sus ventas, a pesar de las cadenas de alimentación que jalonan nuestros barrios o distritos?
Lo que no se debe, desde Cursos de Formación, es lanzar a los parados a abrir fruterías en zonas saturadas, y sin la formación adecuada, para que cierren, arruinados, a los pocos meses. Los nuevos tiempos exigen estilos diferentes, mejor formación, y un estudio de mercado, como hacen los que triunfan. Ante los nuevos retos: cambiar, evolucionar o morir.
(Publicado en IDEAL de Granada, el lunes 5 de Diciembre de 2016)