Violencia machista
Corrían los años cincuenta. El otoño maduraba los cañizales de la Costa granadina regados por el Guadalfeo. El principal medio de transporte era la caballería y la bicicleta. Una mañana zarandeada por el viento, mi pueblo, de unos trescientos habitantes, a la margen derecha del río, se despertó con un amplio despliegue de guardias civiles: …